Desde 2009, la actriz Mira Sorvino ha sido embajadora de buena voluntad para la Oficina de las Naciones Unidas contra Drogas y Delitos. Un año después, lanzó la campaña Corazón Azul en México, para después visitar distintos países con proyectos que buscan ayudar a víctimas de trata de personas.En entrevista con MILENIO, Mira relató que esta motivación nació a raíz de su participación en la película Poderosa Afrodita, dirigida por Woody Allen, donde interpreta a la prostituta Linda Ash. Este papel, que le valió un premio Oscar como Mejor actriz de reparto, la llevó a poner especial atención en el problema real. Posteriormente conoció a dos prostitutas víctimas de trata de personas y sus historias la impactaron a tal grado que la llevaron a dedicar gran parte de su vida a la lucha contra este delito, principalmente ayudando a víctimas sobrevivientes.“Vi el dolor en sus ojos y entendí que las convirtieron en objetos solo para beneficio de otros”, dijo sobre aquella experiencia que la marcó para siempre, “No podía solo darme la vuelta e ignorarlo. Actualmente hay alrededor de 50 millones de personas siendo víctimas de trata o esclavitud, y solo el 1% de ellas podrá recuperar su libertad”, explicó sobre la necesidad de difundir el mensaje.De vuelta a CdMxSu visita a la ciudad capitalina se debió a la junta de los miembros del Fondo Fiduciario de Contribuciones de la ONU para Víctimas de Trata de Personas, un organismo del que forma parte y que ya ha apoyado a más de 90 mil víctimas en todo el planeta.“Una de cada tres víctimas de trata es menor de edad, así que es responsabilidad de cada ciudadano exigir a su gobierno que haga algo al respecto, siendo más estrictos y apoyando a las víctimas”, señaló.En su discurso, la embajadora señaló el rol de los hombres como consumidores de sexo comercial, pues fomentan estas prácticas ilegales y anti derechos, y asumió su responsabilidad como figura de Hollywood para invitar a aquellos que la siguen a apoyar estas causas humanitarias.