Daniel Espinosa está recargado en la puerta de su tienda, en la calle de Guatemala número 18, con la que está celebrando 30 años en el mundo del diseño, en el que lo mismo ha figurado en el terreno de la joyería y moda en Holanda, que en el marketing en Estados Unidos y en el interiorismo en Dubai; tras haber iniciado su carrera en su natal Taxco. A lo lejos se ve como aprecia el ir y venir de la gente en el Centro Histórico, “el mejor lugar” para haber montado el nuevo concepto que concentra toda su pasión, historia y evolución por el diseño.La tienda en realidad parece un museo por el cúmulo de color, diseño y materiales que dan vida a múltiples artesanías, en las que naturalmente sobresalen las joyas, pero también destacan lentes, sombreros, vestidos, calaveras, etcétera.“Quería una tienda en la que pudiera compartir un México más sofisticado, más actual”, dice el diseñador a MILENIO, y explica cómo surgió su nuevo concepto y por qué instalarlo a unos pasos de la catedral y del Templo Mayor.“Aquí era un convento —cuenta el diseñador guerrerense—. Todo empezó en la pandemia, cuando todo era muy incierto. La idea era aprovechar al máximo el espacio de este edificio tan histórico. Busqué que el concepto fuera algo muy relacionado a su origen: tenemos los tres Méxicos, el prehispánico, pues aquí abajo hay una cantidad de ruinas enorme que contemplan el Templo Mayor; el México Colonial con todos estos edificios que tenemos, como la Catedral; y el México contemporáneo, que es el día a día que vivimos”.Un tapete al centro de la tienda acapara la atención y el diseñador de inmediato explica el concepto.“Es un diseño que cree con las grecas de las pirámides, con mármoles de distintas ciudades de nuestro país, de diferentes minas, y es parte importante porque estamos dándole el lugar que corresponde a ese México que está debajo de nosotros”.Una tienda llena de detallesCada artículo en la tienda, así como la ambientación, tiene una historia; a lo largo de tres décadas Daniel ha hecho amistades y sinergías con otros artistas.“Llegó el momento en que defino que se puede crear muchísimo alrededor de la joyería y de las artesanías del país, manteniendo la técnica ancestral de muchas generaciones, pero con una visión más actual para darle diferencia y variedad a cada una de las joyas en su momento. Y por qué no empezar con algunos de los productos que tengo cercanos”, explica.Una pareja de turistas entra a la tienda y de inmediato se dirige a las catrinas que están en una de las mesas; el anfitrión no pierde detalle de sus reacciones, al tiempo que sigue compartiendo la riqueza de su concepto. “Ese espejo que nos da un toque colonial, me lo hizo Agustín Parra en hoja de oro y plata; él fue quien hizo la silla papal, la que se le regaló a Juan Pablo II en su visita a nuestro país”, dice claramente encantado de compartir los detalles con los que fue dando vida a su tienda, desde las cenefas hasta los colores que adoptaron los paredes.En el recorrido, las artesanías que distinguen a nuestro país llenan y dan vida a vitrinas y anaqueles; además de combinarse con los diseños de joyería que han dado prestigio internacional a Daniel Espinosa.“En los últimos años me he dedicado a recorrer diferentes lugares del país para curar y trabajar con artesanos de distintos estados. Por eso aquí podemos encontrar arte en barro de Michoacán, son espectaculares para trabajarlo; creaciones en papel maché de San Miguel de Allende; palma de Guerrero; mucho espejo de Taxco, que además tienen una historia muy bonita porque el resplandor está inspirado en el resplandor de las vírgenes de las iglesias; y de ahí provino ese diseño”.Al mostrar las creaciones, el diseñador confiesa uno de sus gustos, al hablar del origen de los artículos.“Tenemos tanto espejos de San Miguel de Allende, que es donde los elaboran los artesanos con las medidas y proporciones que les doy, como algunos antiguos de los años 30, porque me encanta ir a los mercados de pulgas a adquirir los que me gustan y tienen una historia que contar”.Al seguir compartiendo las historias, acción que hace “con los clientes o visitantes a la tienda para que se lleven la experiencia mágica que ofrecemos en una de las calles más icónicas en el Centro Histórico”, destaca que todos los artesanos con los que colabora y tienen presencia en su tienda “tienen el pago justo y el reconocimiento a su obra”.Amigable con el medio ambienteEl diseñador destaca que desde hace 20 años le gustaban los materiales amigables con el ambiente: “Descubrí unas cuentas de vidrio que se hacen con pantallas de televisión de los años 50, de esas redonditas; les dieron un toque de color y compré la colección e hice cosa increíbles. Mezclé esas cosas geométricas con mis cubos —las primeras piezas que hizo—. Y a la gente le gustan”Espinosa destaca que los materiales que usa tienen la particularidad de respetar el ecosistema.“Son materiales reciclados, desde la plata, el bronce y oro tienen segunda y tercera vida; incluso el empaque y eso es muy importante para mí. Esas cuentas me abrieron los ojos porque me di cuenta que se pueden hacer cosas muy bonitas a partir de un material reciclado”.hc