Hacer un mapa con las celebraciones del Día de Muertos fue una de las intenciones del libro 02.11. Día de Muertos. Una celebración de la vida y la muerte, donde se relata, desde lo contemporáneo, cómo esta tradición se ha ido transformando a lo largo de los años, incluso con la participación de Hollywood.En entrevista con MILENIO, la editora Déborah Holtz, habla del proyecto que fue publicado por Trilce Ediciones, y que hoy se presenta en el Panteón San Fernando, entre tumbas de políticos, militares, gobernantes y los lectores que asistan.¿Cómo emprender un proyecto tan ambicioso?Como todos los mexicanos, nos dimos cuenta de que había una megatransformación de la festividad en los últimos años, fue progresiva y alcanzó niveles insospechados después de la intervención hollywoodense con películas como Spectre y Coco. Además de darle una difusión internacional, generó una avidez por participar.¿Y cómo interviene el barrio?En México, en los últimos 20 o 30 años, la apropiación urbana popular del fenómeno, más allá de las tradiciones locales que vienen de algunas festividades de los pueblos indígenas, también evolucionó. A mí y a Juan Carlos Mena nos obsesionó la idea de relatar, desde lo contemporáneo, cómo la tradición se ha ido transformando; sin estacionarnos en lo originario, porque para eso hay mucha literatura fantástica, de grandes investigadores, académicos. Nosotros queríamos tener el diálogo sobre cómo estamos viviendo hoy el Día de Muertos. ¿De Mictlantecuhtli a James Bond?Siempre decimos que este libro va de el dios azteca de la muerte hasta la película Spectre; el gran chiste es que no había un libro, al menos que nosotros conozcamos, que tuviera esta carga de lo que hoy se está viviendo con esta festividad. Al igual que el lenguaje, las celebraciones son plásticas y no tienen por qué encajonarse o encorsetarse con una manera de ser, tan no es así, que decidimos mandar equipos de fotógrafos y periodistas a diferentes partes de la República, con lo cual nos dimos cuenta que, habiendo fotografiado a lo largo de seis años diferentes localidades, es que no hay un solo Día de Muertos, hay una esencia, porque se recuerda a los difuntos, a los seres queridos que ya no están, y ese día se hace una ceremonia especial, se va al cementerio, etcétera. Pero a partir de ese germen, todo lo que sucede alrededor puede variar significativamente de acuerdo con el sitio del que se trate, empezando por la República Mexicana.El equipo de Trilce ediciones tuvo un acercamiento a cerca de 20 localidades que van desde Pomuch, donde sacan los huesos a limpiarlos para tener una deferencia con el difunto y que vean que lo están cuidando, que están ahí, hasta Malinalco, donde visten a las calacas con la ropa del difunto y lo ponen en su ambiente de trabajo, ya sea peluquero, albañil, etcétera, pero también quisimos abarcar el mínimo necesario, el ABC de una celebración de Día de Muertos. ¿El Día de muertos ha evolucionado?Absolutamente, por eso que terminamos haciendo un mapa de cómo se celebra en toda la República Mexicana, incluyendo ciertos estados de Estados Unidos, porque con 35 millones de paisanos allá, se ha vuelto una fiesta. Además, con toda esta exposición, hoy quieren celebrar en Francia, en Bélgica, y no saben ni qué diablos están celebrando, pero se quieren pintar y desfilar. ¿Cómo fue el proceso fotográfico?Llegamos a reunir un archivo de más de 20 mil imágenes, contando nuestra investigación de archivos fotográficos, tanto muy contemporáneos como de otras épocas, y nosotros mismos, como la foto de la portada, como otras del libro, las hicimos nosotros, porque estuvimos de un lugar al otro siendo partícipes y nos empapamos tanto de esta celebración, porque lo relevante para nosotros era esa sensación de lo que estaba pasando en el momento, cómo se estaba celebrando, tener esa vibra de la contemporaneidad y se ve reflejada totalmente en la portada del libro, porque precisamente es una gigantografía de los cartoneros de Tláhuac, la gran cartonería Jaén, y que en el 2019 tomamos esa fotografía en Tláhuac, y muchas de las fotos son de barrios por toda la Ciudad de México y muchas partes fuera de la ciudad, que mantienen esta tradición viva.El libro conecta el pasado con el presente, desde culto en las tradiciones prehispánicas donde la muerte era vista como una ofrenda sagrada, hasta la influencia de las tradiciones europeas que llegaron a América durante la colonia, el libro explora todas las vertientes que convergen en esta celebración. Este análisis detallado refleja la complejidad y la diversidad cultural que caracterizan al Día de Muertos, convirtiéndose en un símbolo de la identidad mexicana que ha trascendido fronteras.¿Y lo esencial del día de muertos?También está y va desde el cempasúchil, el papel picado, las velas maravillosas y la gastronomía del Día de Muertos, que nos revela, una serie de platillos que van ligados a la celebración, tanto para el altar como para la comida que se lleva al panteón. Además de tomar en cuneta colecciones como la de Miguel Abruch que en paz descanse o artistas como Betsabeé Romero que ha llevado las instalaciones de Día de Muertos a Inglaterra, España, Francia y ha hecho que esta celebración tenga otra visión para la gente que la ha visto en diferentes países., El equipo de Trilce ediciones reunió la investigación de especialistas en la materia, reportajes y mucha información alrededor del tema para mostrar todo lo que significa la celebración pero en un discurso unitario alrededor del libro.¿Qué tan complicado fue hacer 02.11. Día de Muertos?Siempre lo es, pero lo que hacemos en Trilce Ediciones tienen esa carga caleidoscópica, le llamaría yo, una visión facetada de una realidad que no quiero que solo sea esto y luego solo sea la otra, sino hacer esta visión como de 360 grados todo el tiempo y es maravilloso.Veo que el libro se hizo con recursos privados. ¿No tuvieron apoyo del Estado?Somos una editorial micro, independiente, en un tiempo donde cada vez es más difícil generar desde el ámbito de la cultura a nivel independiente proyectos, porque no tenemos fuentes de financiamiento. Este libro fue hecho enteramente 100% con recursos nuestros, como siempre digo, vivimos de lavar y planchar ajeno. Hacemos libros para empresas y demás, prácticamente todo lo que ganamos lo invertimos en nuestras locuras porque no hay de otra. Es decir, las empresas a veces participan en ciertos libros, pero que son de su interés y como no hay mecanismos que permitan una mayor participación de la iniciativa privada, pues son muy pocos los canales que tenemos para financiar los libros como los queremos hacer. 02.11. Día de Muertos. Una celebración de la vida y la muerte tiene una edición en inglés con la editorial Rizzoli y en Estados Unidos será distribuida en español por Editorial Planeta. evt