SEASIDE CLIMA

Notipunto

  • Nuestras Redes Sociales:
Cabecera
Home Últimas Noticias El caso Mario Ruiz Massieu: el miedo al zapatismo que terminó con la familia más poderosa del PRI
El caso Mario Ruiz Massieu: el miedo al zapatismo que terminó con la familia más poderosa del PRI
  • Compartir
  • 7

El caso Mario Ruiz Massieu: el miedo al zapatismo que terminó con la familia más poderosa del PRI

  • - 2025-07-13

DOMINGA.– Mario Ruiz Massieu recibió la primera parte del dinero en enero de 1994, en la casa de su hermano José Francisco. Él lo llevó hasta una de las habitaciones y, sin rodeos, le señaló unas maletas de viaje, se agachó y abrió una de ellas: empezó a sacar fajos de billetes sujetados por una liga de plástico. José Francisco le dijo que ya era hora, había que llevarlas a Estados Unidos. Aunque apenas alcanzó a ver el interior de las maletas, no se le ocurrió ni siquiera contar el dinero. “El grado de confianza era tan fuerte, que no era necesario…”, declaró. Llevó las maletas a su casa en Bosques de las Lomas, en el entonces Distrito Federal, y las guardó en un ropero hasta que pudiera viajar. “Este dinero proporcionará seguridad [...] para nuestros padres, para nuestros hermanos, para nosotros…”, le dijo su hermano José Francisco, quien era un prominente político que en unos meses sería elegido secretario general del PRI, el partido en el poder. Le dejó entrever que ocurriría una convulsión política, por eso era importante sacar las maletas llenas de dinero fuera del país. El 3 de marzo de 1994 voló a Houston y fue al Texas Commerce Bank, donde hizo el primer depósito con el dinero de dos maletas. “En México las familias están muy unidas [...], uno habla de muchas cosas. Uno ayuda al otro”, diría después con nostalgia. Durante tres meses, Mario Ruiz Massieu y Jorge Stergios, un visitador general de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), y su hombre de más confianza, llevaron el resto de los fajos de billetes. Seis meses después los vaticinios de su hermano se hicieron realidad: José Francisco Ruiz Massieu fue asesinado en la colonia Tabacalera, a plena luz del día por un gatillero llamado Daniel Aguilar Treviño. En ese México de 1994, el presidente nombró a Mario el fiscal especial para investigar el asesinato de José Francisco. En caso de resolverlo, le daría la satisfacción de haber sido su vengador. Pero todo salió muy mal: Mario Ruiz Massieu acusó a Ignacio Pichardo Pagaza, entonces presidente del PRI, y a María de los Ángeles Moreno, secretaria general del partido, de bloquear evidencias y desviar la investigación sobre el magnicidio de su hermano. En noviembre de 1994 renunció y por esos días lanzó la frase que quedaría grabada para siempre en la historia de la política mexicana: “los demonios andan sueltos y han triunfado”. Mario venía de una de las familias más importantes del priismo. En protesta, dejó el partido y publicó un libro con su verdad. El 2 de marzo de 1995 abandonó el país y se fue a Houston; dicen que su destino final era España. Iba con su esposa María Barrientos, su hija Regina y una maleta negra con 40 mil dólares. En un formulario negaría ese dinero y ahí empezó la ruina. Fue detenido por violar las leyes fiscales y migratorias. Ese arresto funcionó como puerta de entrada para que las autoridades estadounidenses lo detuvieran por una investigación más profunda que, dijeron, venían realizando tiempo atrás: la sospecha de que millones de dólares, que habían sido depositados en cuentas bancarias de Texas, estarían ligadas al narcotráfico. Unos meses después en un interrogatorio en su juicio, las autoridades le preguntaron directamente a Mario Ruiz Massieu por qué hizo un movimiento tan torpe, intentar viajar con miles de dólares en maletitas. La respuesta que dio es el reflejo de una época, la caída de una familia poderosa provocada por un miedo a lo que pudiera provocar el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el EZLN, que el 1 de enero de 1994 se había levantado en armas. ​Esta es una colaboración de ARCHIVERO para DOMINGA, que reconstruye esta historia gracias a la desclasificación de expedientes olvidados entre cajones y viejas oficinas públicas. Casos como éste revelan que en México la verdad oficial está en obra negra.Una familia del puerto y los primeros asesinatos Según la transcripción de un interrogatorio a Mario Ruiz Massieu en una corte de Estados Unidos, nació un 24 de diciembre de 1950 en el puerto de Acapulco, Guerrero, por ese entonces convertido en uno de los destinos turísticos más glamurosos del mundo, especialmente para las estrellas de Hollywood.Su madre fue la señora Refugio Massieu, hija de un general muy importante y fundador del Instituto Politécnico Nacional. Aunque su madre no fue a la universidad, fue una “feminista silenciosa” que empezo en el periodismo a los 16 años. Su padre era el señor Wilifrido Ruiz Quintanilla, un pediatra y empresario muy exitoso. La pareja tuvo siete hijos: seis hombres y una mujer. Cuando Mario tenía 15 años, su padre le dio la noticia de que sus hermanos mayores habían muerto en un accidente. Más tarde se enteraría que eso era una mentira: Wilfrido y Roberto fueron asesinados a balazos. Una versión de esta historia la tiene el periodista argentino Mempo Giardinelli, quien cuenta que todo ocurrió porque Wilfrido embarazó a una jovencita del puerto. El padre le exigió a los señores Ruiz Massieu que se responsabilizaran y, en lugar de ello, se burlaron de él. La chica terminó quitándose la vida. El hombre los asesinó en el malecón y luego se suicidó sobre la tumba de su hija. “Desde el punto de vista mexicano, siempre fuimos una familia adinerada con una casa enorme, con un profesor o instructores para quien quisiera jugar al futbol, ​​esquiar o hacer lo que fuera, y con una vida cultural muy completa, porque mi madre provenía de una familia muy intelectual y culta”, dijo. Mario Ruiz Massieu estudió la carrera de Administración Turística en la Escuela Mexicana de Turismo, la carrera de Derecho en la Universidad Iberoamericana y una maestría en Historia en la UNAM. Aunque tuvo diversos trabajos reconoció que la gloria laboral vino cuando uno de los mejores amigos de su hermano José Francisco se convirtió en presidente de la República: se trataba ni más ni menos que de Carlos Salinas de Gortari. “Creo que era uno de sus tres o cuatro mejores amigos y quien más lo ayudó a tener una carrera exitosa”, diría. Mario también declaró que, a la distancia, el partido en el que militaban él y su hermano también fue “la dictadura perfecta, como la llamó el escritor peruano Mario Vargas Llosa”. Con el impulso del partido su hermano José Francisco se convertiría en uno de los gobernadores más poderosos de Guerrero y él, con Salinas de Gortari, sería secretario del gabinete de Desarrollo Social; según su propio testimonio, además de recibir su sueldo desde la Presidencia, les llegaban los famosos “bonos”. Una práctica que se acostumbraba durante esa época priista. “Desde el Congreso, que era del PRI, se le daba al presidente de la República una cantidad secreta, y no es que tengas que guardar un recibo [cuando les daban los bonos]”. ​Mario Ruiz Massieu explicaba a las autoridades estadounidenses que por eso habían logrado juntar tanto dinero, entre él y su hermano, porque el PRI hacía entonces un pago directo en efectivo que depositaba en una cuenta bancaria adonde llegaban las bonificaciones mensuales. Los bonos se dispararon y su sueldo también cuando en 1989 fue nombrado embajador de México en Dinamarca. Se llevó hasta 18 mil dólares al mes, más unos 250 mil por los tres años que fue embajador. Su hermano a veces recibía en un mes bonos de la presidencia por hasta 500 mil pesos.Sin embargo, para él los puestos más importantes comenzaron a llegar en enero de 1993 cuando obtuvo un cargo en la Secretaría de Gobernación y en junio, nombrado subprocurador general de la República.El asesinato de José Francisco Ruiz Massieu y el estallido zapatista Mario Ruiz Massieu declaró que en diciembre de 1993 empezó a sentir un ambiente tenso en su familia. Resulta que a finales de ese año, su hermano José Francisco tuvo una reunión con unos amigos que lo conmocionó. Le habían advertido que se estaba fraguando un movimiento desde algún lugar remoto en Chiapas, en el sur de México. No sabían mucho pero creían que eran guerrilleros.“Desconocían las dimensiones del problema y se pensaba que era indispensable contar con un fondo [...], nos dijo que podría ser necesario que todos contribuyéramos con cierta cantidad de dinero y él estaría de acuerdo en contribuir el doble de lo que cada uno aportaría según sus recursos”. Sin embargo, una reunión que sostuvo en Houston fue lo que los hizo actuar de inmediato: tuvo un encuentro con un político que había sido secretario de Gobernación, Patrocinio González Garrido, quien también había sido gobernador de Chiapas. Hoy se sabe que este hombre fue una figura central en el contexto del alzamiento del EZLN. Durante su gestión, la represión, el despojo de tierras y el control autoritario sobre comunidades indígenas se intensificaron. “[La reunión con José Francisco] fue para hablar sobre la situación guerrillera y conflictiva que vivía México, lo cual, como consecuencia, hacía necesario transferir fondos al extranjero [...]. La decisión fue que él renunciaría a la posición patriarcal que tenía dentro de la familia, y se involucraría plenamente en el problema político que estaba viviendo”. Según Mario Ruiz Massieu, “la autoridad moral” de llevar el dinero de la familia a Houston estaría en sus manos. Por eso durante meses él y su hombre de confianza, Jorge Stergios, fueron llevando las demás maletas con más de nueve millones de dólares, el patrimonio de varios integrantes de la familia. Según Massieu el plan se echaría a andar cuando supuestamente el EZLN hiciera estallar un coche bomba en el estacionamiento de un concurrido centro comercial al sur del Distrito Federal y cuando destruyeran torres eléctricas en otros estados. “Esto necesariamente aceleró o estableció una situación de inestabilidad política y económica”, diría en un interrogatorio. Pero José Francisco Ruiz Massieu no alcanzaría a resolver ningún conflicto en Chiapas ni tampoco a salir del país: fue asesinado el 28 de septiembre de 1994. Un hombre llamado Daniel Aguilar Treviño sacó de su ropa una metralleta Uzi y le disparó un tiro al cuello, mientras salía en su automóvil de un evento público. Lo demás es historia conocida: Salinas de Gortari colocó a Mario Ruiz Massieu como fiscal especial para esclarecer el crimen de su hermano. Mario se fue contra el PRI y aseguró que el crimen había sido fraguado dentro del partido. En noviembre de 1994 renunciaría. Y como suele ocurrir cuando llega el nuevo: el panista Antonio Lozano Gracia, el nuevo titular de la PGR, lo acusó de destruir evidencia y proteger a Raúl Salinas de Gortari, hermano del presidente, a quien Lozano acusaba de autor intelectual del crimen, apoyado por una vidente.Mario Ruiz Massieu tomó un vuelo sin regreso Aquella mañana Debbie Zezima estaba a cargo de la División de Procesamiento de Pasajeros en el aeropuerto de Houston. Dice que diariamente supervisaban a unos 35 inspectores que recibían a la gente. Por ese entonces en los mostradores se dejaban los formularios para que los pasajeros pudieran declarar a su llegada si traían consigo más de 10 mil dólares en efectivo. En el expediente del caso relató que el 2 de marzo de 1995, desde un vuelo de la Ciudad de México, aterrizó por la noche. Llegó al Aeropuerto Intercontinental George Bush de Houston, Texas, a bordo de un vuelo comercial de Continental. Su nombre figuraba en la clase ejecutiva. Según Debbie Zezima, Mario Ruiz Massieu no informó que llevaba 46 mil dólares en su maleta. Ese día fue detenido sin derecho a fianza.Robert Rutt, un agente del Servicio de Aduanas de Estados Unidos, declaró que Ruiz Massieu fue trasladado a una oficina federal en Houston donde se le informó que los 40 mil dólares no eran el problema: desde hacía meses detectaron movimientos sospechosos en su cuenta del Texas Commerce Bank. “Durante esos días muchos agentes aquí en Houston hablaron con agentes de todo el país para verificar con informantes confidenciales. También consultaron con la PGR, para averiguar si tenían alguna investigación sobre el señor Massieu”, declararía. El 13 de marzo la fiscalía estadounidense logró una orden de incautación de los nueve millones de dólares que, según Mario, había sacado por miedo al EZLN. Pero lo peor estaba por venir: ahora las autoridades estadounidenses aseguraban que habían conseguido declaraciones de informantes, que les habían revelado que Ruiz Massieu había recibido pagos de narcotraficantes. La conexión era Adrián Carrera Fuentes, entonces director de la Policía Judicial Federal de México. La investigación de los 9 millones de dólares de los Ruiz MassieuEn México la detención de Mario Ruiz Massieu fue un festín para la prensa y para la PGR, quienes cada semana anunciaban un nuevo cargo en su contra. Al mismo tiempo comenzaron una batalla legal y diplomática, a través del gobierno de Estados Unidos, para regresarlo al país. Durante 1995 solicitaron en tres ocasiones la deportación, pero los jueces estadounidenses se negaban una tras otra. Mario Ruiz Massieu enfrentaría uno de los juicios civiles más prolongados y controvertidos en la historia reciente entre México y Estados Unidos. Él quería de vuelta sus 9 millones 041 mil 598 de dólares que le habían incautado, pero el gobierno de Bill Clinton no autorizaba regresárselos. Su juicio con jurado empezaría un 10 de marzo de 1997 en una corte federal del Distrito Sur de Texas. Desde el arranque la fiscal Susan Kemptner relató que, entre diciembre de 1993 y hasta febrero de 1995, se realizaron 25 depósitos en la cuenta. Prometió que sus testigos demostrarían que el dinero venía del narcotráfico a quien protegía durante su tiempo como subprocurador. Uno de sus primeros testigos sería Robert Rutt, un agente de aduanas estadounidense quien aseguró que una fuente en México les dijo que los narcotraficantes Amado Carrillo Fuentes y Manuel Aguirre pagaban sobornos a Ruiz Massieu y a Adrián Carrera Fuentes, entonces jefe de la Policía Judicial Federal. “El dinero se entregaba en la casa del señor Massieu por la noche, Jorge Stergios lo sacaba de la casa del señor Massieu y lo llevaba al banco”.Según la Fiscalía, Mario también recibió de estos narcotraficantes un Mustang amarillo, un Lincoln Town Car negro, un Mercury Marquis azul, una Chevy Suburban blanca y un Chevrolet Super Sport. Otro de sus testigos sería Raúl Macías, un policía judicial federal, quien aseguró que le entregaron maletas con dinero. Afirmó que lo reconoció por una fotografía que había visto previamente en las oficinas de su comandante. “Cuando abrimos la cajuela, ahí estaba el señor Mario Ruiz Massieu. Lo reconocí porque lo había visto en una foto que tenía el comandante Grajeda en su oficina. Él era quien iba en el carro azul, un Marquis. Subieron las maletas al coche y se fue”. Ninguno de los dos testimonios fue probado con evidencias factibles.Finalmente en abril de 1997, aunque no se comprobó que el dinero venía del narcotráfico, la jueza Nancy Atlas emitió un falló: el dinero estaba sujeto a decomiso civil por estar vinculado a operaciones financieras sospechosas, sin justificación legal suficiente. La familia Ruiz Massieu nunca recuperó esos nueve millones de dólares.Mario Ruiz Massieu estuvo en prisión domiciliaria hasta 1999 en una pelea judicial no sólo por el dinero de la familia, sino también para evitar su extradición a México. Su abogado durante aquellos años fue Tony Canales, quien también representaba a narcotraficantes como Juan García Ábrego, líder del Cártel del Golfo.El 10 de junio de 1999 fue declarado deportable a México. Sin embargo, el 15 de septiembre de 1999, Mario Ruiz Massieu fue encontrado muerto en el departamento de Nueva Jersey donde se encontraba en prisión domiciliaria. Horas antes, un juez migratorio había autorizado su extradición. La causa oficial fue suicidio: una aparente “sobredosis de antidepresivos”. Mario Ruiz Massieu dejaría escrito en una carta:Confieso que soy un hombre sin posibilidades de salir adelante.Confieso que descubrí demasiado tarde la delicia de ser opositor al gobierno.Confieso que prefiero la muerte a la cárcel.GSC / MCM


TE PUEDE INTERESAR

Notipunto

Al día con usted



Nuestras Redes Sociales: